El año pasado compré una impresora 3D, más por curiosidad y pasatiempo que por algún fin en concreto. Tras experimentar y agarrarle la mano al tema (y tras muchas impresiones fallidas), me animé a diseñar algunas piezas. Con casi nada de experiencia empecé por algo fácil, pero que sea útil, así que probé con el uma para sanshin. Los primeros modelos no eran muy buenos, pero tras varios cambios en el diseño salió algo aceptable.
Para el día del uchinanchu imprimí varias piezas para vender en merchandising de Okiryukai. Uma para sanshin, cortadores de chinsuko (que también diseñé) y unos shishi que encontré por internet.