viernes, 12 de octubre de 2018

Arranca el proyecto

Tras confeccionar una segunda madera para shime (usando madera normal, no terciada), la segunda me convenció más. Es un poco más gruesa, pero también es más liviana. La diferencia fue el tipo de madera.
Como dije antes, empece a armar maderas de shime porque me habían pedido una. Ya que me seguía insistiendo que quería que le haga una, le mostré lo que había hecho. Como se lo vio bastante contento con lo que armé, le dije que tenía otra más (la primera) y le pasé fotos. Al domingo siguiente lo vio en persona y aceptó comprarme ambas.
Aprovechando el impulso, decidí arreglar los shime rotos del depósito de Matsuri Daiko. Para mi sorpresa, eran 5 parches rotos, 3 doblados y 7 maderas destruidas. De las maderas, 3 se pueden recuperar. A los parches rotos hay que cambiarles el cuero, los doblados se pueden enderezar un poco.

De las 3 maderas a restaurar, empece con la más sencilla. Ya que solo tenía un lado algo dañado, con el serrucho volvió a tener la forma adecuada. Quedo un poco más corto, pero aún es perfectamente utilizable.
Las otras 2 estaban bastante mal. En un vistazo rápido parecerían para la basura, pero por la forma de fabricación (tiras de madera pegada), aún se pueden recuperar. Primero se pegan todos los pedazos juntos otra vez, se retocan las juntas para que queden parejas, se pone masilla en caso de que haga falta y pasamos lija para que quede todo liso. Para la pintura otra vez recurrí al aerosol. Estas maderas habían sido donadas (2 shime completos eran) y tenían una pequeña dedicatoria escrita, que quise preservar, por eso les quedo una porción sin pintar. Una lastima que una de las grietas partió un mensaje y se perdió un poco.

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