Cómo mencioné en entradas anteriores, fabricamos un hiradaiko para probar que tal se desempeñan las herramientas que armamos para el taller.
El proceso comenzó desde maderas descartadas de contrucción. Se las corto en el largo necesario, unos 21cm. Se da una forma aproximada, cortando parte del centro y las puntas y se hicieron otros cortes para darles una forma de cuña para formar el barril. Más adelante se utilizó el torno para tallar, redondear y alisar la superficie.
Ya que el torno gira algo "lento", el tallado lleva más tiempo y hay que ser bastante cuidadoso, pues en caso de no serlo es muy posible que la punta se trabe y la madera se dañe de más. Quedaron varias marcas que deberán ser cubiertas con masilla. Una vez arregladas las imperfecciones se pinta. Decidimos pintarlo en negro para tapar las marcas de clavos (recordemos que es madera que se había usado en construcción).