En las últimas semanas seguí adquiriendo conocimientos en la fabricación de sanshin. Lo que faltaba era el sao, el "mástil" del instrumento. Para ello se utiliza madera dura, por ser una pieza larga y fina que debe soportar la tensión de las cuerdas. Una madera blanda daría lugar a deformaciones. Para asegurarse de que la madera conservara su forma, esta se deja estacionar durante años.
Para tallar el sao se empieza sacando una forma en bruto cortando con la sierra sinfín. Lo siguiente es alisar la parte que atraviesa el cuerpo del sanshin, a fin de tener un punto en escuadra desde el cual tomar referencia y esculpir el resto. Se trazan lineas de guía y se comienza con la caladura para las cuerdas. Lo que sigue es tallar la "cabeza" del instrumento. Para ello se usan limas, lijas e incluso cuchillos para tallar la madera y conseguir el diseño deseado.
Para mi, el tallado de la madera fue la parte más complicada de la construcción. Por no tener mucho conocimiento con el sanshin, no estoy muy familiarizado con sus formas y me fue difícil poder darle la forma correcta.
Una vez hecho el tallado, se hacen los agujeros para los karakui. Lo último es el "cuello" del sanshin, que en todo el proceso de fabricación sirvió de apoyo en una morsa y termina lleno de raspones y magullones. Si en algún momento se cometió algún error, como limar de más, se rellena con pegamento y aserrín.
El valor de un sanshin aumenta cuando el sao esta hecho en una sola pieza, con la menor cantidad de "remiendos". También influyen el tipo de madera, los materiales, karakui con detalles en hueso (los hay de plástico), cueros buenos, etc. Pero el mayor valor esta dado por el sao.
Terminado mi primer sanshin, que en realidad más fue hecho por Arasaki Sensei, me tocó empezar con el segundo, que llevó más de mi trabajo. Aunque cada vez que cometía un error, Arasaki Sensei lo arreglaba. El tercero sí fue hecho por mi y por eso tomo mucho más tiempo que los otros dos juntos. Para los dos primero, cada vez que preguntaba me lo arreglaban, ahora solo me decían como arreglarlo y yo lo tenía que hacer. Quizá no quedo perfecto, pero lo hice yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario