sábado, 24 de junio de 2017

Heiwa kinen kōen

El viernes 23 de junio, Irei no Hi, los kenpi ryūgakusei fuimos a Heiwa Kinen Kōen, en Itoman.
Zaidan alquilo un bus para viajar que partió desde Nago (Meio Daigaku) a las 6:45 y fue recogiendo a todos los ryūgakusei. A las 9:50 aproximadamente, llegamos a destino.


Heiwa Kinen Kōen es un parque dedicado a recordar la batalla de Okinawa y honrar a todos los caídos en dicho conflicto. Cuenta con un museo que cuenta la historia previa y posterior a la batalla y un monumento a las víctimas.




Recorrimos el museo, que por la fecha era gratuito, que cuenta con audio guías en varios idiomas, entre ellos inglés y español (desafortunadamente no portugués). El museo está dividido en varias salas, cada una contando la historia antes, durante y después de la batalla. Fue interesante leer (y escuchar) sobre la historia anterior de Okinawa y su transición de un reino independiente a ser un distrito más de Japón. También como se desarrolló la historia de la segunda guerra mundial hasta dar paso a la batalla en Okinawa.
La siguiente sala, la que narra la batalla, fue la más dura de ver. El museo cuenta la historia no desde el punto de vista de Japón, ni de Estados Unidos, si no desde la perspectiva del Okinawense. El pueblo de Okinawa sufrió desde los 2 lados, pues para los americanos eran japoneses enemigos y el ejército japonés los trataban cómo peones, que debían dar sus vidas por el rey (Emperador, para el caso). Leer los testimonios de sobrevivientes, realmente rompía el alma. Tuve que sentarme unos minutos y apagar el audio guía para no llorar.
Lo siguiente, la posguerra, tampoco fue mucho mejor. Ahora era el ejército norteamericano, el que le quitaba sus tierras para contruir bases militares. Tras muchas protestas, Okinawa volvió a Japón, aunque muchas bases de Estados Unidos aún permanecen.
Luego de recorrer el museo vimos el monumento a las víctimas de la contienda. Muros que parecen no tener fin, con las inscripciones de todos los caídos en Okinawa, sean de la nacionalidad que sean. Japoneses, americanos, coreanos, chinos. Todos tienen su nombre y aún a día de hoy, se siguen agregando nombres, ya que hubo apellidos completos que desaparecieron, y que dificultan el reconocimiento.


A las 11:50 comenzó el acto y exactamente a las 12:00 se hizo un minuto de silencio. Hubo discursos de las autoridades de Okinawa y del primer ministro de Japón, Shinzō Abe.
Al finalizar el acto, tuvimos un taller para hablar sobre lo que sentimos al recorrer Heiwa Kinen Kōen y reflexionar.

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